En su programa se comprometen a abordar sin dilación la coordinación sociosanitaria “poniendo en el centro la persona y sus circunstancias y no quién ostenta cada competencia”
Teruel Existe demanda que las Unidades de Convalecencia Sociosanitaria que estuvieron operativas a partir de 2015 y se cerraron con la situación generada por el Covid19, vuelvan a abrirse y ofrezcan un servicio renovado y mejorado. El programa, fruto de un convenio entre el Servicio Aragonés de Salud y el Instituto Aragonés de Servicios Sociales, estaba destinado a atender a aquellas personas que necesitan de la actuación simultánea, sinérgica e integrada de los servicios sanitarios y sociales para aumentar su autonomía, paliar sus limitaciones o sufrimientos y facilitar su reinserción social. Se suspendió en el año 2021 y, a día de hoy, pese a haberse superado la pandemia, “sigue suspendido y sin noticias de su reanudación”.
Destacan que durante el tiempo en que estuvo activo “se demostró necesaria” para atender a las personas que están en transición entre el hospital y el domicilio o la residencia, y desde una situación de dependencia médica hacia una autonomía funcional, que presentan problemas de salud, de carácter invalidante, o limitadores de su autonomía personal, de manera crónica o temporal , y a la vez están afectados de un entorno social desfavorecedor o directamente carecen de él. Desde Teruel Existe detallan que a través de este programa se crearon 25 plazas de atención sociosanitaria en residencias de personas mayores (10 en la residencia “Santa Ana” de Utebo, 10 en la residencia de Movera y 5 en la residencia “Javalambre” de Teruel), que estuvieron siempre ocupadas. “Lo cierto es que hoy por hoy este espacio está muy precariamente atendido y en territorio de nadie, a pesar de que son situaciones que se presentan con mucha frecuencia”, aseguran.
Por otra parte, Teruel Existe considera que durante su funcionamiento se evidenciaron diversos problemas de configuración, de estructura y de funcionamiento: en el seguimiento del programa, en la duración de las estancias, en aspectos normativos sobre qué son y qué no las instalaciones sanitarias y los centros sociales, en las aportaciones de los usuarios… “Problemas que pusieron en evidencia la muy mala configuración actual del denominado espacio sociosanitario, de las carencias que existen en los cuidados intermedios sociosanitarios, no sólo de recursos sino, sobre todo, de configuración, de estructura y funcionamiento, que son las que a la postre han hecho que no se reanude el programa”, concluyen.
Limitaciones y precario desarrollo del sistema sociosanitario
Consideran que el actual sistema sanitario (sobre todo el nivel especializado y hospitalario) sigue estando volcado, a pesar del peso creciente del envejecimiento y la cronicidad, a la atención a la fases agudas, sin terminar de abordar como se debe la atención a la cronicidad, a la convalecencia, y todas las situaciones en las que los procesos de enfermedad son severamente limitantes de la autonomía personal. Advierten de que “no se están contemplando adecuadamente los factores sociales que concurren en los pacientes, incluso para acceder a los hospitales de convalecencia, en los cuales se tiene en cuenta, de hecho, únicamente criterios clínicos para considerar a un paciente candidato a ingresar en este tipo de hospitales”.
En cuanto al ámbito de los servicios sociales, “vemos que los establecimientos de servicios sociales se ven sobrepasados con frecuencia cuando deben atender a enfermos crónicos y dependientes; y ocurre también que en el ámbito del Sistema de Atención a la Dependencia sólo se contemplan situaciones crónicas y permanentes, no se incluyen situaciones de pérdida temporal de autonomía e incluso se deja fuera cualquier situación en la que se prevea que se pueda dar una mejora de las capacidades funcionales de la persona afectada”. Valoran que esto viene derivado de la propia definición de dependencia que se hace en la ley e inciden en que se deberían poner otro tipo de recursos y dispositivos para atender las situaciones de dependencia sobrevenida, o de carencia temporal de autonomía personal, “situación en la que se encuentra alguien que ha sufrido un ictus, una rotura de cadera, una intervención quirúrgica importante… situaciones de convalecencia en las que el paciente, si no cuenta con soporte familiar y con un domicilio adaptado, hasta que se restablezca no va a poder estar en su domicilio, pero tampoco podrá acceder a los servicios y prestaciones de la Ley de Dependencia, porque su situación no es crónica, sino temporal. Hoy por hoy existe un vacío clamoroso y flagrante en la atención a estas situaciones”.
Asimismo, argumentan que el precario desarrollo del espacio sociosanitario genera diversos problemas para la atención de calidad y para el funcionamiento de las actuales estructuras (alargamiento de las estancias en hospitales de enfermos agudos, ingreso de pacientes en centros residenciales privados, sobrecarga de la atención primaria y de los servicios de ayuda a domicilio…)
Teruel Existe plantea soluciones en su programa electoral autonómico
Partiendo de que las carencias del espacio sociosanitario “crecen”, Teruel Existe traslada que urge hacer un esfuerzo para afrontarlo. Así, exigen al Gobierno de Aragón la atención de la creciente demanda de servicios sociosanitarios para atender a las personas que requieran de la actuación sinérgica y simultánea de servicios sanitarios y sociales. Apuntan que el Sistema de Salud y de Servicios Sociales deben coordinar sus actividades para una mejor atención a los ciudadanos y que se debe asegurar la continuidad asistencial entre el ámbito sanitario y social avanzando en estrategias de integración y coordinación entre ambos, en concreto entre el SALUD y el IASS.
Proponen también que los sistemas de salud y de servicios sociales avancen contemplando desde el sistema de salud las problemáticas sociales de los pacientes, y desde el sistema de servicios sociales los problemas de salud de los usuarios, y avanzar en la coordinación de los dos sistemas , en la continuidad asistencial entre las diferentes estructuras sanitarias y sociales. Algo que consideran “especialmente importante” cuando la persona afectada vive en soledad o carece de un entorno familiar protector o de unas circunstancias de vida que le permitan afrontar por sí sola esta situación, en cuyo caso “la administración debe actuar de manera proactiva y protectora”. Además, para Teruel Existe, la valoración social o prescripción social, debe tener un peso principal para el acceso de las personas afectadas a hospitales de convalecencia y en general a los recursos sociosanitarios.
La formación ha reflejado en su programa electoral el compromiso de abordar desde las instituciones un decidido impulso al espacio sociosanitario y, en concreto, por retomar las plazas de convalecencia sociosanitaria corrigiendo los problemas observados, haciendo las reformas necesarias y primando criterios sociales para su acceso.