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Teruel Existe pide potenciar el teletrabajo “con residencia en el medio rural” como herramienta contra la despoblación

La Ministra Montero responde a Guitarte que el proyecto incorporará la posibilidad del 90% mensual de teletrabajo de empleados públicos en zonas de riesgo de despoblación

El diputado Tomás Guitarte, de la Agrupación de Electores Teruel Existe, ha presentado una Interpelación urgente al Gobierno sobre la aplicación de un plan de trabajo a distancia para el sector público que contribuya a la cohesión territorial y la lucha contra la despoblación. Guitarte ha defendido que el teletrabajo puede ser herramienta que abra la vía para la llegada de nuevos residentes a las áreas despobladas, y las administraciones públicas deben aprovechar esta “excelente oportunidad”.  Además, Teruel Existe transmite que el Acuerdo del marco general de las administraciones públicas para el teletrabajo de los empleados públicos también debe y puede ser un modelo para las empresas privadas. 

 

Desde la Agrupación de electores se demanda una regulación cuidadosa y detallada del teletrabajo en las administraciones públicas y se plantean varias medidas. En primer lugar, que el Ministerio se adentre en la línea de trabajo que Guitarte ha definido como “Teletrabajo con residencia en el medio rural y áreas afectadas por la despoblación”,  y que requiere medidas que incentiven el teletrabajo entre aquellos empleados públicos que realicen actividades susceptibles de acogerse a este plan de trabajo a distancia y que lo soliciten para residir en municipios o pequeñas ciudades afectadas por los problemas de la despoblación. 

También demandan un programa de alcance estatal que incluya también a las comunidades autónomas garantizando la “Presencia de las Administraciones públicas en las áreas afectadas por la despoblación”, de manera que las administraciones garanticen su presencia con oficinas de atención presencial al público en las cabeceras de comarca y pequeños municipios aprovechando el teletrabajo para completar la jornada laboral si fuese necesario.

 

Por otra parte, Tomás Guitarte ha señalado que si se mantiene la actual propuesta del Ministerio de reducción a dos días permitidos de teletrabajo (20% de la jornada laboral en cómputo semanal) y establecidos de manera alterna en el tiempo, estos planes de trabajo a distancia no contribuirán a la lucha contra la despoblación ni a la cohesión territorial, “al exigir numerosos desplazamientos a la semana desde un lugar de residencia a cierta distancia del punto de trabajo”. Ha comentado que algunos funcionarios y empleados públicos que se habían planteado cambiar su residencia a provincias de la España vaciada, a otro municipio diferente de donde estuviese su centro de trabajo presencial, “han visto mermadas sus esperanzas y así nos lo han hecho saber”. Por tanto, proponen ampliar el número de días que los empleados públicos pueden teletrabajar, a más de dos días por semana, y que no se exija que sean alternos, sino que puedan ser consecutivos. Valoran que estos planteamientos no son incompatibles con el mantenimiento de un modelo híbrido, “es decir, de teletrabajo con presencia en el centro de trabajo en una proporción adecuada”. Guitarte ha ejemplificado este modelo híbrido con la oficina del CAISS de Montalbán, donde se planteó la solución de que el personal que la atiende dedique una parte de su tiempo a avanzar expedientes de la sede central de la Seguridad Social, un modelo de desconcentración del trabajo, sin necesidad de movilizar sedes físicas. 

 

Guitarte también ha hecho referencia al asunto del consumo energético, apuntando que si no se modifica la regulación, “parecería que la carga de este gasto será asumida por el funcionario o empleado público que trabaja desde su vivienda, por lo que es necesario considerar cómo se va a compensar este consumo energético en el lugar de residencia”. 

Respuesta de la Ministra: el teletrabajo puede llegar al 90% en zonas de riesgo de despoblación

La  ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, en su respuesta a la iniciativa del diputado Guitarte, ha señalado que el proyecto de teletrabajo se plantea que se pueda desempeñar un 90% mensual de teletrabajo “para aquellas zonas en donde haya puestos de difícil cobertura o de riesgo de despoblación, es decir, que la persona que esté en esos entornos podrá desempeñar hasta el 90 por ciento de su puesto de trabajo en esta modalidad si el trabajo de origen del que procedía permite desarrollar el trabajo sin riesgo de que haya grupos de población o colectivos que se puedan ver excluidos de la prestación del servicio”.  Montero ha explicado que, en primer lugar, cada ministerio y cada administración pública deben realizar una catalogación de los puestos de trabajo en función de la posibilidad de adaptarse al teletrabajo.

 

La ministra también ha hecho alusión al “olvido histórico de estos territorios (zonas menos pobladas del país) que en algunas ocasiones, de manera crónica, han lastrado el desarrollo económico y la aplicación de derechos de igualdad por ejemplo en la prestación de servicios en condiciones de homogeneidad con el resto de ciudadanos”. Para Montero, ahora el reto demográfico está integrado en todas las políticas, “tiene un antes y un después”.

Es imprescindible garantizar conectividad digital de alta velocidad

Para que esta modalidad de trabajo se pueda implantar en las áreas despobladas, Tomás Guitarte ha incidido en la condición indispensable de que todos los municipios cuenten con redes de conectividad digital de alta velocidad, “para que las personas que lo deseen puedan utilizarlas desde su residencia en el medio rural, en las cabeceras de comarca y en las pequeñas ciudades afectadas por la despoblación”. O bien, ha indicado el diputado turolense, “en el caso de no existir una red de buena fibra óptica (FTTH), parece adecuado que desde la administración correspondiente se pueda ofrecer soluciones de conectividad adecuadas para los empleados públicos que lo puedan precisar, al menos, una tarjeta de datos 4G”.

 

En este punto, Guitarte ha denunciado una vez más que el medio rural en muchas provincias españolas siguen siendo una “sombra analógica en pleno siglo XXI, con un sinfín de profesionales altamente cualificados que no pueden desempeñar su trabajo por no disponer de algo tan básico como una buena conexión a internet, algo tan inverosímil que somos conscientes de que cuesta comprenderlo en Madrid o en los contextos urbanos”.