En la comparecencia de la secretaria de Estado de Energía del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Sara Aagesen, el diputado de Teruel Existe, Tomás Guitarte, ha intervenido para recuperar una pregunta formulada por escrito al Gobierno y pendiente de respuesta, relativa a los beneficios que ofrecía la demolición de la central térmica de Andorra para el proceso de transición energética y el despliegue de energías renovables.
Dado que el Gobierno no había respondido y la central se demolió el pasado viernes 13 de mayo, Guitarte ha denunciado el espectáculo “ofensivo para la sensibilidad de muchos turolenses y aragoneses” que se generó en torno a la demolición, en relación con la instalación de una zona de influencers invitados por Endesa que difundieron el evento en sus redes sociales, entre aclamaciones y vítores, al tiempo que los habitantes de Andorra vivían ese trance emocionados, con horas de tristeza y angustia, al ver como era demolido el lugar de trabajo de muchos de ellos y un símbolo de la identidad de su paisaje. Para el diputado turolense, “una ofensa a quienes han visto en la Central la memoria de su historia, de todo el siglo XX de producción minera, y la estampa de su paisaje durante décadas, como para París pueda ser la torre Eiffel”.
Teruel Existe denuncia que esta situación tiene que ver con una falta de visión holística del problema, el riesgo de caer en un enfoque puramente mecanicista en cuanto a medio ambiente: “construyo, produzco y derribo, sin tener en cuenta que en nuestra sociedad se crea memoria histórica, hay capacidad creativa, hay producción intelectual, y paradójicamente algunas de las instalaciones industriales adquieren un grado de calidad patrimonial, por el que merecen no ser derribadas, y éste era el caso de la central térmica de Andorra: un patrimonio industrial con valor significativo para ser mantenido”.
Mantenerla era compatible con las propuestas para Andorra
Guitarte ha denunciado que su derribo no supone ninguna ventaja, “no se gana nada, porque todo lo que exponen sobre la Transición Justa y el Nudo Mudéjar, se puede hacer igual sin haber realizado el derribo”. Para Guitarte, lo único que aporta es “liberar a la empresa y probablemente al Estado de comprometerse a hacer algún proyecto de rehabilitación que introdujese potencialidades distintas de futuro”. Ante esta situación, ha expuesto que diversas asociaciones patrimoniales pidieron la incoación de expediente de declaración de bien patrimonial e incluso Bien de Interés Cultural (BIC), pero el Gobierno de Aragón no quiso hacerlo, “incluso en contra de informes técnicos que obran en el expediente”, por lo que consideran que “se ha dinamitado el pasado y al mismo tiempo se tira por la borda una posibilidad importante de futuro con el aprovechamiento patrimonial de esta instalación”.
Menosprecian a los territorios olvidados; hay que exigir responsabilidad corporativa y compromiso con el territorio
Tomás Guitarte ha hecho referencia al proyecto que presentó Teruel Existe al Ministerio y a los ayuntamientos, Power Experience, para poner en valor el patrimonio minero de la provincia, del que formaba parte tanto esta instalación como algunas otras. También ha aludido a la actuación sobre el patrimonio industrial desarrollada en otros lugares, como la cuenca minera alemana del Ruhr, que ha sido capaz de generar turismo cultural a partir de su patrimonio industrial, o incluso en otras áreas de España. Ha afirmado que aquí se van a gastar 70 millones en la demolición, que podrían haber servido para restaurarla y darle una nueva vida, como hace la propietaria de la propia Endesa, Enel, en Italia.
En torno a estos ejemplos, Guitarte se ha preguntado si “de no encontrarse en Teruel, se hubiese tratado de igual manera este patrimonio industrial. ¿Hubiesen tenido la misma actitud de encontrarse en otro territorio, en el entorno de Madrid, Barcelona o una gran ciudad?”. Para Guitarte esta actitud responde al contínuo menosprecio a los territorios olvidados, “donde no se quiere hacer ni la más mínima inversión que no sea puramente extractiva de grandes beneficios”, y ha hecho referencia a la actual implantación de renovables, para denunciar de nuevo el cansancio de estos territorios por el hecho de que las grandes compañías “sólo vengan a sacar beneficios con la extracción de recursos, sin el más mínimo compromiso de apostar por el desarrollo”. Ha demandado que les exijan responsabilidad social corporativa, compromiso con el territorio, implicación y no dinamitar las oportunidades de futuro que puedan quedar.
La secretaria de Estado reconoce que debería haberse firmado el convenio antes del desmantelamiento
La secretaria de Estado de Energía ha refrendado las palabras de Guitarte en cuanto al doloroso espectáculo que se desarrolló en el momento de la demolición. Aagesen ha derivado al Gobierno de Aragón la responsabilidad de descartar la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), por resolución de la directora general de Patrimonio del Gobierno de Aragón. Ha insistido en que no era competencia del Ministerio, en referencia a que la competencia sobre el patrimonio industrial correspondía, sin duda, al Gobierno de Aragón. Aagesen ha asegurado que el convenio de la Transición Justa de Andorra se está redactando y que esperan que sea el primero que se firme porque es el que está más avanzado. También ha lamentado que no se haya producido primero la firma del convenio, “debería ser algo inmediato, tener las oportunidades antes de proceder al desmantelamiento; por desgracia no ha sido así”.
Para terminar, Tomás Guitarte ha insistido en las razones de una oportunidad perdida, ya que todos los planteamientos que se han hecho eran compatibles con el mantenimiento de las torres de la central, “los procesos de rehabilitación hubiesen resuelto todos los problemas que se han argumentado para su derribo, como el del amianto que se ha tenido que limpiar también para el derribo”, y ha insistido en que el Ministerio podía haber valorado introducir en el pliego del concurso del Nudo Mudéjar una valoración adicional por el mantenimiento del patrimonio. Ha exigido celeridad en la transición justa y el desarrollo de oportunidades en el nudo mudéjar.