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El Movimiento ciudadano Teruel Existe aborda en su asamblea semanal «la avalancha de minería a cielo abierto y su impacto»

Cada semana, en el transcurso de las asambleas, se ofrece  información sobre cuestiones concretas que interesan en la provincia de Teruel

El Movimiento ciudadano Teruel Existe lleva más de veinte años convocando semanalmente su asamblea participativa y abierta en la que recientemente se ha incorporado un tiempo para la exposición en profundidad de temas concretos, a cargo de personas informadas y expertas en la materia, a quienes los participantes también tienen la oportunidad de preguntar. 

La gestión urbanística en los municipios, las oportunidades de las  ayudas PREE5000, el emprendimiento femenino en el medio rural, la soledad no deseada, el desarrollo de alegaciones a los megaproyectos de renovables, el corredor Cantábrico – Mediterráneo, las recreaciones históricas como recurso económico, el transporte sanitario urgente en Aragón, la agricultura y ganadería en la provincia de Teruel, seguridad y salud laboral en el ámbito rural, los distintos organismos de la UE, las minas a cielo abierto…son algunos de los temas que se han tratado en estas asambleas.

La situación geopolítica en la avalancha de minas no es favorable para Teruel, y la ley preconstitucional es muy permisiva

Una de las charlas informativas más recientes ha tenido como tema:  “Avalancha de minería a cielo abierto, su impacto y cómo defendernos”. 

Durante la misma se explicó a los asistentes cómo la coyuntura geopolítica actual ha favorecido la proliferación de nuevos proyectos de extracción de arcilla blanca principalmente y desde la industria cerámica de la zona de Castellón se ha incrementado la presión de solicitudes en la zona de Teruel. El principal proveedor de España de arcilla blanca es Ucrania (la zona de Castellón en concreto importaba el 70% de la arcilla blanca para cerámica de allí) pero se ha reducido considerablemente con motivo de la guerra de Ucrania (de ahí, por ejemplo, la instalación en Andorra de una empresa con el objetivo de revitalizar la minería de arcillas en España y la activación de algunas explotaciones). 

Todo esto sucede sobre una base legislativa anticuada, con una ley de minas obsoleta y preconstitucional (1973). Por otra parte, en muchos casos se admiten a trámite proyectos deficientes, con informaciones someras, con falta de un trabajo riguroso, omisiones “inadmisibles” (acuíferos someros, yacimientos paleontológicos, declaración de Geoparque del Maestrazgo…) que suponen unas carencias muy serias, y que dificultan la participación ciudadana. En el texto de muchos proyectos queda patente la tendencia a minusvalorar el paisaje y valor medioambiental de las zonas, así como las afecciones hidrológicas (en pequeños acuíferos colgados, por ejemplo) o en usos de ocio, turismo, sector terciario…)

La obligatoriedad establecida de desarrollar planes de restauración de estos proyectos termina siendo un brindis al sol. Falta cultura de la restauración por parte de las empresas para hacer que estos planes sean eficaces, hay falta de voluntad también por parte de las empresas que buscan rentabilidad, falta también control administrativo (el control y el incentivo se establece mediante un sistema de avales que no está funcionando, los avales están muy por debajo del coste real de la restauración) y faltan medios humanos y materiales para llevar a cabo este control. La administración no tiene un mecanismo para que esos avales tengan carácter finalista y que con ese dinero se pueda restaurar lo que las empresas no han hecho bien. No es que haya permisividad total, hay proyectos que no prosperan, en otros decaen porque las empresas no tienen interés, y otras veces (como el caso de Aguilar de Alfambra) por la oposición ciudadana y de la población. 

Las arcillas blancas presentan otra problemática añadida a las arcillas rojas, y es que son irregulares, no homogéneas, y no se tiene la certeza de que durante la extracción se vaya a poder obtener el producto que se ha demandado, son más variables e imprevisibles, y los requerimientos son mucho mayores. La ejecución real de las explotaciones por tanto a veces no responde a los planes y hay acopios de arcilla cada vez más grandes en las explotaciones que no tienen salida, y no se hace la restauración o se realiza en pequeñas porciones de superficie… (“minería de transferencia”).

A todo esto, se señaló en la asamblea, la extracción de arcillas no está ligada a un desarrollo en el territorio, puesto que la transformación de las mismas se lleva a cabo lejos del lugar de extracción, no se instalan aquí industrias complementarias para ello, por lo que somos lugar extracción de recursos y paso de camiones pesados por nuestras carreteras.