El grupo municipal en el Ayuntamiento de Teruel recuerda que existe una orden de Alcaldía que decreta el cese de actividad hasta que se ponga solución y se suma a la solicitud vecinal de que se ejecute
Varios concejales del grupo municipal de Teruel Existe en el Ayuntamiento de Teruel, acompañados por la diputada autonómica de Aragón-Teruel Existe Pilar Buj, han participado en la concentración vecinal de Concud ante las puertas del consistorio turolense para exigir solución inmediata al problema de vertidos generado por una empresa de jamones.
El portavoz del grupo municipal, Enrique Marín, ha exigido al equipo de gobierno que aborde cuanto antes la problemática de suciedad y malos olores que están ocasionado las balsas de vaciado de agua de esta empresa en el barrio pedáneo de Concud. Ha explicado que una de las primeras balsas construidas pierde agua, mientras que las nuevas carecen de licencia de obra y de actividad, motivo por el que, ha recordado, existe una orden de Alcaldía para su cese de actividad hasta solucionar estos problemas.
Marín ha sumado su voz a las quejas de los vecinos de Concud y ha precisado que no tienen nada en contra de la empresa, pero sí contra los vertidos que se están produciendo y que están afectando al
olor y al ecosistema de la zona. Por este motivo, el portavoz de Teruel Existe se ha dirigido al equipo
de gobierno: “queremos saber en qué situación se encuentran las balsas; si cumplen con la normativa, si tienen licencia de actividad, y por qué se ha permitido a la empresa seguir con los vertidos de agua contaminada, pese a la orden de cese de actividad”.
Según la documentación a la que ha tenido acceso Teruel Existe, las primeras balsas que se realizaron tienen una capacidad de 5.000 metros cúbicos y sí que cuentan con licencia de obras y licencia de actividad, pero tienen evidentes pérdidas de agua. “Esto se puede comprobar en el terreno, porque todos los árboles que hay en la zona de evacuación de las aguas, hacia el núcleo urbano, se han secado como consecuencia de la pérdida de agua salada que se nota en los estratos del terreno”, ha indicado Marín.
En dicha documentación, ha continuado el portavoz de Teruel Existe, también se informa de que la empresa ha llevado a cabo una ampliación de las balsas y que estas carecen de licencia de obras y
licencia de actividad. Están conectadas, según ha precisado, con las que se hicieron al principio y
tiene una capacidad de 10.000 metros cúbicos. Contienen agua, cloruro sódico y restos de materia
orgánica, que no debería de estar, pero está y es la que se putrefacta, descompone y produce los
olores que llegan al núcleo urbano. “Es un olor insoportable que pone en riesgo la salud de los vecinos y así nos lo han hecho saber”, ha argumentado Enrique Marín. “Sabemos que la alcaldesa y el equipo de gobierno están a la espera del informe del INAGA, pero, mientras llega, le pedimos que escuche a los vecinos y que precinte la zona de las balsas. Si se da un paseo por la zona se dará cuenta de que es un olor insoportable”, ha añadido. “Se trata de un tema de salud, no son sólo las molestias, por lo que urge actuar tras un año y tres meses sin ejecutarse el decreto”, ha concluido.
Vertidos de agua con sal y materia orgánica
En los propios informes de la empresa, y según confirma el informe técnico del Ayuntamiento, en las
balsas no solo hay agua y sal, sino abundante materia orgánica que, según la tasa de Demanda Biológica de Oxígeno (DBO) es de 2570 mg/L, lo que la cataloga como agua “muy contaminada con sustancias orgánicas”, lo que demuestra que el proceso de separación de la materia orgánica no es eficiente, bien porque la separación es insuficiente o porque se está vertiendo, directamente, la mezcla en la balsa.
También el informe técnico del Ayuntamiento confirma que se ha de consultar al INAGA si esta actividad ha de someterse a Autorización Ambiental Integrada (AAI), ya que la producción de los secaderos supera las 75 Tn/día. De hecho, existe un escrito de la Alcaldía, firmado por la alcaldesa Emma Buj, con fecha de 20 de marzo de 2023, donde se desestiman las alegaciones presentadas por la empresa de jamones y se le ordena el cese inmediato de la actividad, al no contar con licencia de actividad en el área nueva.
En la orden, se indica que esta paralización se mantendrá hasta la resolución expresa de su levantamiento, una vez obtenidas las autorizaciones y licencias preceptivas. Asimismo, se ordena,
como medida provisional, el vaciado de las balsas correspondiente a la ampliación de la estación de
tratamiento de agua ejecutada sin licencia para asegurar la eficacia de la presente resolución. “Para
realizar el vaciado de las basas tenía un plazo de dos meses, pero un año y tres meses después,
todavía no se ha hecho nada”, ha alegado Marín, recordado que su incumplimiento se considera
infracción grave.
Por este motivo, el grupo municipal de Teruel Existe quiere conocer las medidas que va a tomar el
Ayuntamiento de Teruel para evitar este tipo de olores que, en ocasiones, son insoportables e
insalubres e insiste en que urge dar una pronta solución a los vecinos que siguen aguantando la
situación día tras día y que denuncian que llevan dos años esperando.