Desde Aragón Existe y Teruel Existe queremos trasladar nuestra solidaridad y apoyo a los habitantes de las zonas que están siendo afectadas por los devastadores incendios que se están produciendo este verano y que luchan contra los incendios en plena ola de calor. Al mismo tiempo, queremos reconocer el esfuerzo de los profesionales y los vecinos que están trabajando en las labores de extinción de incendios, arriesgando sus vidas y, a menudo, en condiciones precarias. También queremos trasladar nuestras condolencias a la familia y amigos de las víctimas mortales que han causado los incendios en Castilla y León y transmitir nuestra solidaridad con todos aquellos que han sido desalojados de sus hogares.
En Aragón nos preocupa el incendio activo en Ateca (Zaragoza) con el fuego descontrolado, que ya ha afectado a un perímetro de unas 14.000 hectáreas y obligando a desalojar casi 2000 vecinos de seis localidades de la comarca Comunidad de Calatayud: Contamina, Moros, Bubierca, Villalengua, Alhama de Aragón y Castejón de las Armas. Otras cinco localidades podrían ser desalojadas de manera preventiva próximamente: Villarroya de la Sierra, Torrijo de la Cañada, Contamina, Cetina y en Embid de Ariza». El incendio es de tal magnitud que ayer obligó a cortar el tráfico en la autovía A-2, la línea ferroviaria y tres carreteras autonómicas.
Aragón Existe y Teruel Existe queremos agradecer la solidaridad ciudadana de todos los voluntarios de la comarca, empresas de alimentación, supermercados y otros sectores, que están colaborando para acoger y atender a todas las personas afectadas, que todavía no pueden regresar a sus hogares.
En España, en apenas treinta días de verano se han arrasado más de 80.000 hectáreas de superficie forestal y monte bajo, repartidos en numerosos focos y más de una veintena de grandes incendios que se comportan de manera muy agresiva, en buena parte de las comunidades autónomas. Desde que a mediados del siglo XX se produjera un proceso de éxodo rural y se abandonaran los usos agrícolas, los incendios se producen sobre territorios muy diferentes por el abandono y la transformación.
Es una situación muy preocupante y exige realizar un análisis reflexivo en profundidad para adoptar medidas estructurales: en seis meses se ha quemado tanto superficie como en 2021. Las olas de calor están desatando o favoreciendo una ola de incendios que no están controlados y arrasan amplias superficies. Estos incendios forestales provocan una grave pérdida de biodiversidad, condicionan de manera severa el futuro de las zonas afectadas, ya que conllevan un incremento de la erosión al desaparecer la cubierta vegetal y la pérdida de bosques y monte bajo que contribuyen a la mitigación del cambio climático.
El papel del medio rural en la custodia del territorio
Las olas de calor que se han sucedido son un factor determinante junto a otros procesos naturales como la sequía por falta de lluvias y la falta de humedad en el suelo. Pero existen factores humanos que pueden paliar o incrementar el riesgo de incendios. Consideramos que el abandono del medio rural y la despoblación son factores de riesgo para la aparición y propagación de los incendios. La presencia de población en el territorio con usos sostenibles del mismo facilitan el control de los incendios y limitan su propagación.
La imprescindible labor de custodia del territorio que durante siglos han desarrollado los habitantes del medio rural se está perdiendo de manera casi irreversible, por la sangrante pérdida de habitantes y la escasa actividad humana sostenible, como la selvicultura y la ganadería extensiva, en los montes y bosques de las poblaciones de la España vaciada, condicionando de manera determinante el riesgo, la intensidad y extensión de los incendios.
Sin embargo, la propia realidad nos demuestra una vez más que la sostenibilidad de todo el territorio pasa ineludiblemente por lograr desarrollar una nueva relación entre lo urbano y lo rural, dado que ambas realidades están intrínsecamente relacionadas y el desarrollo de ambas debe ser complementario. Esta situación de gravísimos incendios forestales pone en evidencia que el conjunto del país asiste impotente a la devastación de un gran potencial con la gran pérdida de recursos agrícolas, forestales y medio ambientales que sólo podrán recuperarse a largo plazo en el mejor de los casos y con un gran coste para la administración.
El abandono institucional que sufre la España vaciada ha inducido que la población se concentre en un pequeño porcentaje del territorio. En los últimos años se ha reducido la cabaña ganadera en 10 millones de ovejas y cabras, y se han perdido 20.000 empleos en la ganadería extensiva. Una visión extractivista que ignora estos procesos, lleva a deteriorar los paisajes y a no impulsar políticas de repoblación y de cohesión territorial.
Por ello Aragón Existe y Teruel Existe pedimos a las administraciones que tomen conciencia real de esta preocupante situación y de las consecuencias que la crisis demográfica y territorial puede generar en el territorio, y pongan en marcha de manera urgente las medidas encaminadas a garantizar que todo el territorio del Estado esté custodiado por habitantes que vivan en los pueblos de manera estable y aprovechen y cuiden los montes, pastos y campos de cultivo. Demandamos también que se impulse y apoye de forma extraordinaria la ganadería extensiva como método de aprovechamiento ganadero sostenible y beneficioso para el medio ambiente, por su contribución al mantenimiento de la biodiversidad y de la limpieza de los montes, que durante milenios ha protegido amplias zonas del territorio de ser pasto de los fuegos.
Medidas de prevención y extinción de incendios
Los planes operativos contra incendios deben disponer de personal suficiente y medios adecuados cuando llegan las primeras olas de calor, algo que no ha sucedido en Zamora durante el primer incendio en la sierra de la Culebra, generando un desastre de incalculables dimensiones, ni tampoco en Monfragüe.
Es preciso que las instituciones doten de medios y recursos suficientes, tanto materiales como personales, los dispositivos destinados a labores de prevención y extinción de incendios forestales todo el año. Allá donde los incendios han llegado es necesario redoblar los esfuerzos para combatirlos. En las zonas que no han sido afectadas se deben extremar las medidas de control y prevención.
Además, Aragón Existe y Teruel Existe valoran que es preciso un ejercicio reflexivo sobre las legislaciones autonómicas en las situaciones de máximo riesgo de incendio relativas a la actividad en el campo en las horas centrales del día, y demandan que todas la sociedad extremen las precauciones en estas circunstancias.