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Aragón-Teruel Existe denuncia que el decreto de ayudas a la sequía se queda corto y no cubre zonas ni sectores capitales

Quedan fuera sectores como el olivo, los frutales y la almendra, y zonas como Calaceite, Mazaleón, Lledó o Arens de Lledó

La diputada de Aragón-Teruel Existe, Pilar Buj, ha comparecido hoy para denunciar las graves carencias que presenta el decreto ley para regular las ayudas directas a agricultores y ganaderos afectados gravemente por la sequía emitido por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón. Las ayudas que marca el decreto suman un total de 7 millones de euros. “Después de un estudio de este decreto ley, hemos encontrado serias carencias en su elaboración. Lo primero, las ayudas son bienvenidas pero insuficientes. Son ayudas lineales y no tienen en cuenta la profesionalidad de las explotaciones. Lo mínimo debería ser que la DGA exigiese estar dado de alta en la seguridad social agraria. Esto ayudaría a que los pagos vayan dirigidos a profesionales y no a agricultores
de sofá”, explicó Pilar Buj.
“En ganadería se paga igual en zonas de alta incidencia y de incidencia extrema. Además se modulan sólo a las primeras 100 Unidades de Ganado Mayor y dejan fuera el resto. En cuanto a cultivos, también se quedan fuera el olivo y los frutales. Así que estas ayudas son bienvenidas pero claramente insuficientes. Además, les recuerdo que esta sequía continúa, así que el gobierno de Aragón tiene otra ocasión para corregir donde, como y cuanto se aporta”.


“Lo segundo que denunciamos es que el decreto no tiene en cuenta algunos municipios del Matarraña muy afectados por la sequía que deberían estar incluidos en el Anexo I Municipios calificados como de afección máxima por la sequía. Son Calaceite, Mazaléon, Lledó y Arens de Lledó. Y no están. Hay que corregir esos errores e introducir los municipios olvidados que también han sufrido un Índice de Precipitación Evapotranspiración Estandarizada” (SPEI) similar que es el indicador utilizado por la Consejería en el decreto”.

Pilar Buj añadió un tercer punto: “Las ayudas tampoco se aplican a cultivos de secano como la almendra y la plantación de almendros que ha sido muy afectada por la ausencia de precipitaciones. Y eso es porque el Gobierno de Aragón no tiene en cuenta los efectos de la sequía en los almendros en comarcas de la margen derecha del Ebro: Matarraña, Bajo Aragón, Cariñena, Bajo Martín y Belchite”. Se ha producido una gran reducción de la producción de almendra. La sequía ha arruinado la cosecha de almendra en la comarca del Bajo Aragón. Se estiman pérdidas entre el 35% y el 60%. En las comarcas zaragozanas la pérdida es del 20%. La gravedad de la pérdida enla comarca del Matarraña es superior, al estar ya recolectando se estima que las pérdidas superan el 50% de la producción. Pero los efectos de la sequía en este cultivo ha provocado también que en la comarca del Matarraña se hayan secado al menos el 15% de los árboles, lo que implica que será necesario que algunos sean arrancados y se vuelvan a plantar y otros
tardarán seis años en volver a tener cosecha.

“La sequía acabó por arruinar la pepita de la almendra. Por culpa de la sequía, las almendras están casi vacías en su interior. En la máquina de pelar almendra la piel y la pepita se van este año por el mismo hueco en las peladoras, lo cual genera una merma muy grande. No se logra rendimiento. Esto es así hasta el punto de que en las zonas de Valdeltormo y Calaceite se ha perdido entre un 40 y un 50% de la cosecha, mientras que en ubicaciones más extremas, de Valdealgorfa a Alcañiz, el porcentaje puede llegar, por zonas, hasta el 60%”, añadió Buj.


Por todo ello, consideramos que este decreto es un primer paso, pero insuficiente, y que el consejero está todavía a tiempo de rectificar y no dejar sin ayudas a estos sectores y zonas de Aragón que les acabo de enumerar, concluyó Buj.